Mónica Plaza ha presentado recientemente en la Universidad Nebrija el coche que pilotará junto a su padre en la próxima edición del Rally Dakar 2023. Un vehículo rediseñado que representa un paso adelante para Manolo y Mónica Plaza a la hora de enfrentarse a la competición.

La última edición del Rally Dakar no sonrió a los pilotos Manolo y Mónica Plaza, padre e hija. En el cuarto día tuvieron que abandonar cuando un camión los embistió. Con el coche destrozado no se dieron por vencidos y mientras se tomaban una hamburguesa en el aeropuerto, ya a salvo de los rigores de la competición y con un móvil prestado al que se le acababa la batería cada siete minutos, vieron que la Universidad Nebrija trabajaba en un proyecto para el Rally Dakar con sus jóvenes estudiantes de ingeniería. Hubo conexión y la relación fructificó. Este viernes en el Campus de Madrid-Princesa, Mónica Plaza, que también representó a su padre, que se hallaba en Marruecos, el equipo de 15 ingenieros estudiantes de la Universidad Nebrija y los responsables académicos del proyecto y de la empresa Sodicars presentaron por todo lo alto el vehículo BV2, que tomará la salida el 31 de diciembre en Arabia Saudí.

Sodicars, fabricante vehículos y estructura deportiva con más de 11 años de experiencia en la competición y en el mundo del Motorsport, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Universidad Nebrija, entidad académica referente por su alta empleabilidad, en el que, los estudiantes ingenieros de la Universidad se encargarán del rediseño y la mejora tecnológica del vehículo que participará con la estructura deportiva de Sodicars en el próximo Rally Dakar.

Bucle de Rediseño

El proyecto toma como punto de partida el vehículo BV2, de la marca Sodicars. Un coche consolidado en el Rally Dakar en cuanto a fiabilidad, pero con una necesidad de renovación tecnológica para poder seguir siendo competitivo respecto al resto de marcas.
Este es el marco de inicio de todas las mejoras a realizar en el coche, donde el equipo de estudiante de la Universidad Nebrija ha liderado las tareas de desarrollo e investigación en tres líneas principales:

  • Reducción de peso del vehículo BV2 con el rediseño de componentes principales y el uso de nuevos materiales y tecnología
  • Mejora de la aerodinámica del coche con un bodywork completamente renovado
  • Nueva distribución de componentes en pro de la centralización de masas para conseguir una mejora en la dinámica y conducción del coche

En la presentación conducida por Paula Narros, Juan Carlos Arroyo, decano de la Politécnica Nebrija, escuela con más de 1000 alumnos y 200 profesores, recordó que “la vocación de la Universidad Nebrija es el proceso de aprendizaje de sus estudiantes, que aprenden haciendo al emocionarse en proyectos como el de Nebrija to Dakar”.
Después de las palabras de José González, uno de los responsables de Sodicars, que se congratuló de trabajar con gente joven, los estudiantes Borja Díez (doble grado en Ingeniería Mecánica e Ingeniería del Automóvil de la Universidad Nebrija), Santiago López (grado en Ingeniería del Automóvil), Miguel Benito (Máster en Ingeniería de Vehículos de Competición) tomaron la palabra. Mientras Díez habló de imprevistos, esfuerzos y muchas horas dedicadas, sus dos compañeros aludieron al “bucle de rediseño” en que cayeron durante meses para que el vehículo avanzara en prestaciones y fiabilidad.

Para Sergio Corbera, director del Área del Automóvil y Mecánica de la Universidad Nebrija, y Ángel Pascual Coordinador del proyecto, “Las principales mejoras en el coche se han centrado en la aerodinámica, la redistribución de componentes y la bajada de peso, motivada por cambios en los materiales, a fibra de carbono, y en las geometrías de las piezas. Este año 1 de un proyecto a más años vista se caracteriza por la valentía y la confianza; tenemos que interiorizar que esto no es normal y que este coche haya sido desarrollado por estudiantes. Esta realidad hay que compararla con grandes marcas que disponen de un equipo de 200 ingenieros”.

Mónica Plaza señaló, “Nos sentimos muy afortunados al sentirnos tan arropados. El pre-Dakar es a veces más difícil que el propio Dakar. Ojalá con esta presentación y conociendo el trabajo que hay detrás, os sintáis partícipes del proyecto Nebrija to Dakar”

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